Actividad sesión 3: La inclusión educativa: una tarea que le compete a toda una sociedad.
1. Título:
La inclusión educativa: una tarea que le compete a toda una sociedad.
2. Cita APA:
Calderón, R. S. (2003). La inclusión educativa: Una tarea que le compete a toda una sociedad. Actualidades investigativas en educación, 3(1).
3. Palabras claves:
Integración, inclusión y necesidades educativas especiales.
4. Resumen o abstract:
Este artículo se escribe con referencia a las ideas acerca del proceso de integración e inclusión de personas con necesidades educativas especiales al aula. Se señala cómo la sociedad debe involucrarse para hacer de la integración una realidad, y cómo estas experiencias deben posibilitar el que haya estudiantes con NEE incluidos en clases regulares. También, con el fin de construir un proceso de inclusión en ambientes institucionales, este artículo recoge aspectos que deben ser imperativos de acción para las instituciones educativas, sean de primaria o secundaria, y de este modo, ofrecerles a todos los estudiantes, con o sin discapacidad (necesidades educativas especiales), la posibilidad de involucrarse en programas educacionales, y ayudarles a ser parte de la sociedad en diferentes formas: como estudiante, trabajador o miembro de la familia en la cual viven. En otras palabras, este artículo se escribe con la idea de hacer conciencia social sobre el papel que la institución educativa tiene, sobre todo, en cuanto a proporcionar oportunidades equitativas de progreso a todos los miembros de la sociedad; en un marco de respeto hacia las diferencias.
5. Conclusiones:
Los procesos de inclusión no corresponden únicamente a la Educación, sino que van más allá. Por lo tanto, es un fenómeno social y comunal que debe partir de las experiencias que se desarrollan en las interacciones de todas las personas que conviven en un contexto. Estos procesos deben generarse de un análisis de las experiencias que se llevan a cabo desde la Educación Regular y la puesta en práctica de un currículo para todos; es desde aquí donde debe comprenderse la inclusión, y no necesariamente desde la Educación Especial, ya que se habla de educación para todos, sin importar cuestiones de etnias, religión, sexo ni condiciones personales o de grupo. La inclusión no implica solamente atender a todos los estudiantes en el aula; se trata más bien de comprenderlos, escucharlos y responder a sus necesidades, intereses, características y potencialidades, sin involucrarse en actos de discriminación hacia ninguno de los participantes en el aula. Por lo tanto, la inclusión debe partir de un análisis real de los procesos educativos que se desarrollan en cada centro educativo, o sea, debe darse un proceso contextualizado de carácter colectivo, en el cual se involucren los padres de familia, los docentes, los directores, los estudiantes y todos los miembros de la comunidad educativa. De esta manera, la inclusión se convierte en una experiencia humanizante, donde todos se ven como miembros de una comunidad que comparte sus experiencias en el desarrollo de una sociedad más justa, democrática y solidaria. La historia dirá qué fue lo que aportamos desde esta sociedad a los procesos de inclusión, y mientras tanto, es importante permitir que los procesos de integración mejoren la participación de nuestros estudiantes con necesidades educativas especiales en el sistema regular, como respuesta a una normativa que rige en la actualidad; así que, ¡adelante en nuestra tarea!
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